Desde el 4 de Agosto se está debatiendo en las cámaras argentinas la elevación del uso del cannabis medicinal de una forma institucionalizada, no sólo para el autoconsumo.

Muchas madres argentinas están ofreciendo vívidos testimonios de la gran mejoría en la calidad de vida que sus hijos, enfermos de epilepsia, han experimentado usando el aceite de cannabis. Al tener efectos vasodilatadores, ansiolíticos y relajantes; disminuye la presión de los líquidos del encéfalo, reduciendo por consiguiente la frecuencia de los ataques epilépticos. Que una madre pueda ser acusada por un delito al ayudar a su hijo, es algo que genera gran crispación.

El hecho que algunos países europeos (Países Bajos, Republica Checa, Reino Unido, España -Sativex legalizado-) , estadounidenses (Florida, Washington, Nevada, Columbia, California, Massachusetts, Maine, Oregón y Arkansas) y  de Sudamérica (Uruguay, Colombia) han iniciado la investigación y aplicación de tratamientos con marihuana desde su legalización para usos medicinales en alzhéimer, esclerosis múltiple, cáncer, epilepsias refractarias, fibromialgia, hepatitis, VIH, artritis reumatoide, depresión, efectos secundarios de terapias, anorexia, y una lista interminable; parece que en Argentina es el siguiente paso a seguir también.

Desde su penalización en 1961 en la Convención Internacional de Estupefacientes, ya se dejó bien claro que siempre quedaría abierto el marco de sus usos terapéuticos, hasta el punto de declarar textualmente que era indispensable el abastecimiento médico de estupefacientes a los enfermos para mitigar el dolor.  Factores como el contexto de consumo legal pero excesivo de alcohol, crimen organizado liderado por el narcotráfico y la gran cantidad de prescripciones médicas de ansiolíticos, frenan el proceso de legalización.

Los políticos, activistas y farmacéuticos argentinos están llegando a un consenso en sus cámaras acerca de la necesidad de la legalización del cannabis avalados por la comunidad científica; sirviendo de ejemplo a la tendencia global como un paso más cerca de la despenalización del uso de esta planta curativa.